Televisión y poder

Según cifras norteamericanas, un adolescente de 16 años, ha visto en televisión 1.000.000 de actos de violencia incluyendo unos 8.000 asesinatos. Algo similar ocurre en España ya que las cadenas emiten a diario un promedio de 90 escenas violentas. Lo mismo ocurre en otros países.
Se estima que un niño de 10 años ya ha visto entre 200 y 300.000 avisos publicitarios y que un televidente “promedio” al cabo de veinte años ha estado sentado frente a ese aparato el tiempo que le insumiría completar dos carreras universitarias.
Las cifras uruguayas de exposición a la TV se aproximan a las mundiales, situándose en las tres horas y media por día lo que al cabo de un año representa unas 1.200 horas; es decir, unos 50 días dedicados completamente a ese ritual del ocio. (...)
La televisión constituye una de las fuentes más importantes de conocimiento de la realidad y configura un instrumento privilegiado de colectivización de significados y sentidos, encargándose tanto de generarlos como de transmitirlos, unificando en gran medida la interacción social. En ciertos sectores ha sustituido a los libros y, desde hace décadas compite con la función socializadora de la familia.
Faraone, uno de los mayores expertos uruguayos en medios masivos de comunicación, aborda la cuestión desde la relación existente entre la televisión abierta, el Estado y el poder político.
En Uruguay, la difusión de noticias y entretenimientos está destinada a lograr un máximo de audiencia para los anunciantes. El Estado no ejerce un control sobre la frecuencia, el tiempo diario, la modalidad ni la dimensión de la tanda publicitaria aunque, prometen un cambio.
Otros países han tomado medidas al respecto. Islandia instauró un día por semana en el que no hay televisión. Se busca promover las relaciones familiares y sociales, la lectura, los paseos y la reflexión. Gran Bretaña tiene un tope de 7 minutos de publicidad por cada hora de emisión de programa. En Alemania, los canales que tienen publicidad están limitados y los domingos y feriados pueden emitir tandas solo a partir de las 20 hs.

 

                                        “TELEVISIÓN Y ESTADO”, ROQUE FARAONE, ED. CAL Y CANTO, MDEO. 1990